¡Me lo pido! ¡Me lo pido! ¡Me lo pido! Este es el sonsonete con que nos deleita estos días nuestro “pequeño mundo” recordándonos que tenemos por delante una importante tarea y es acertar, agradar e ilusionar a nuestros niños/as, ya sea Papá Noël o los Reyes Magos quienes cumplan sus sueños.
Hay personas a las que esta misión les supera, les produce estrés, se encuentran con una difícil decisión, ceder a las peticiones de los más pequeños aunque sean desorbitadas o elegir juguetes y juegos más apropiados.
El juego en los niños y niñas es imprescindible para un desarrollo sano y feliz pues les permite demostrar y afianzar su personalidad y para ello necesitan tiempo, espacio y materiales adecuados.El juego es innato y propio de la infancia de este modo los niños/as satisfacen su necesidad de aprender, juego y aprendizaje forman un todo indisoluble.
Hay numerosas facetas de la personalidad presentes en el juego:
- la emotividad,
- la socialización,
- el conocimiento
- o la capacidad de conocer.
A través del juego estimulamos la atracción por conocer y la satisfacción por lo aprendido.
Consejos para acertar en la selección de juegos y juguetes
Debemos prestar atención a algunos aspectos:
- Los juegos y juguetes indican en sus cajas para qué edades están recomendados, así podemos ver: +3, +6, +8 etc. Lo que nos facilita la tarea en este sentido.
- Además tenemos que asegurarnos que llevan el sello de la CE lo que nos indica que han pasado rigurosos controles de seguridad conforme a la normativa europea.
- En cuanto a decantarnos por juguetes tradicionales y/o tecnológicos hay que tener en cuenta que a pesar del boom inicial los niños siguen valorando y/o hemos de enseñarles a apreciar juegos tradicionales (juguetes de madera, muñecas, trenes, construcciones, etc.).
JUGUETES POR EDADES:
- 24-36 MESES: Para los más pequeños entre 24-36 meses dado que es el periodo del desarrollo simbólico los juguetes que pueden potenciar dicho desarrollo serían: pizarras, muñecos de bebé, juegos de tablero, teléfonos, maletín de profesiones, títeres, plastilinas, disfraces, pintura de dedos, cocinitas, animales, guiñol, triciclos, construcciones, música infantil, cacharritos, rompecabezas, correpasillos, libros con ilustraciones, cuentos interactivos.
- 3-6 AÑOS: De los 3 a 6 años serían un acierto seguro, las bicicletas con ruedas accesorias, coches de pedales, bolos, trenes, construcciones, casitas de tela, juguetes de fácil montaje y desmontajes, puzles, juguetes ensartables, libros para colorear, dominó, juegos tipo tragabolas, dianas con pelotas de tela, pinturas, acuarelas, accesorios para simular actividades domésticas o profesionales, garajes, coches, juegos organizativos, juegos de mesa, accesorios deportivos, mecanos, trenes con vía, recortables, moldes para dibujar, etc.
- 6-12 AÑOS: De 6 a 12 años los más solicitados son: todos los relacionados con ejercicio físico, juegos cooperativos o competitivos, juegos de letras, coleccionables, relacionados con la naturaleza. A partir de los 9 años juegos de química, electricidad, microscopio, cometas, modelismo o instrumentos musicales.
- 12 AÑOS EN ADELANTE: A partir de los 12 más que de jugar se trata de estimular aficiones, reafirmar identidad. También videojuegos, consolas, y productos tecnológicos.
A este respecto y en edades infantiles los juguetes tecnológicos ordenadores, consolas… desarrollan en los niños capacidades motoras, intuición, estrategias de resolución de problemas, atención y reflejos pero deben ser adecuados a su edad y controlar aquellos que introducen mucha violencia gratuita. No se aconseja utilizarlos antes de los 4 años y es fundamental que los padres y madres regulen su uso para que no se convierta en abuso.
Errores que debemos evitar en la elección de los juguetes:
- Dejarse influenciar por la publicidad y el consumismo sin valorar su contenido,
- hacer valoraciones en función del precio (por qué es más caro es mejor) no tener en cuenta la edad del niño/a,
- no comprar en tiendas de confianza,
- no comprobar los sellos de calidad y seguridad
- y empachar o agobiar al niño/a con un exceso de juguetes que no sepa dónde acudir y le impida disfrutar de cada uno de ellos con el tiempo y espacio requerido para ello, de este modo pronto se cansará de todos y dejará de jugar con ellos.
Por último, debemos ser conscientes de que un recurso material nunca puede sustituir a uno afectivo.