¿Te han dicho alguna vez que estás sobrecualificado para un trabajo y por eso no te contratan? ¿O te lo han dado a entender? O ¿Envías tu currículum sin mucha esperanza porque crees que es eso lo que te van a decir o por lo que ni siquiera te van a llamar?
Seamos sinceros, estar «sobrecualificado» no impide realizar bien un trabajo. Sólo significa que puedes hacer más cosas y/o a más nivel, pero no que no puedas, en teoría, hacer bien ese trabajo.
Así que, que te digan que no te contratan por estar sobrecualificado, puede ser perfectamente una excusa comodín para rechazarte, porque no puedan decirte realmente lo que piensan o si te lo dijeran podrían ser acusados de discriminación.
Aquí van los 9 motivos que pueden justificar la «sobrecualificación»:
- Tu personalidad no encaja en la cultura del departamento. No es que seas mala gente, pero quizá dentro del equipo, con la gente que ya hay, no vayas a encajar o se puedan generar futuras crispaciones.
- No das la impresión de que seas el tipo de persona que están buscando. Sí, tu estilo, manera de vestir o de expresarte puede influir y decir mucho sobre ti. Así que, sin dejar de ser tú, ten muy en cuenta la imagen que das cuando vas a una entrevista y a qué tipo de empresa y puesto optas.
- Das la impresión de que vayas a ser un trabajador lento, ya sea por tu voz, manera de expresarte, madurez en tus respuestas…
- Tienes demasiada formación o has tenido salarios muy altos previamente. En este caso, el entrevistador asume que abandonarás el trabajo cuando aparezca uno mejor, teniendo que volver a pasar por todo el engorroso proceso de seleccionar un nuevo empleado. Si se da el caso, de que pueda ser éste un motivo, bien porque lo intuyes o porque lo preguntas y te lo dan a entender… has de tratar aclarar de que tu meta no es dejar este trabajo por otro diferente o aparentemente mejor. Si no que si respondiste a la oferta fue porque la empresa y/o el puesto te gustan y que valoras otras cosas más allá que el salario, como un buen ambiente de trabajo, horario o tipo de actividad, etc.
- No transmites la suficiente confianza de que puedan contar contigo totalmente. Quizá has podido dar a entender que tengas graves problemas de salud, o fuertes cargas familiares u otros problemas, que puedan dar a pensar que no vas a estar al 100% en el trabajo.
- Actúas como si lo supieras todo en la entrevista. Te vendes demasiado o como si todo lo bueno alcanzado en tu anterior empresa fuera gracias a ti, o todo se hace de una manera determinada. Quizá puedas dar la impresión de que no te vayas a adaptar muy bien a la manera de trabajar de la empresa, aprender algo nuevo.
- Das la sensación de que no sabes sobre lo que estás hablando. No respondes a las preguntas de la manera esperada. No eres tan experto en algo como resalta tu curriculum.
- “No me gustas, no puedo verme trabajando cada día contigo y simplemente no quiero ser grosero.” No conectas con el gerente, y simplemente asume que si no se siente a gusto contigo en la entrevista, será algo que empeoré con el tiempo.
- “Ya tengo el candidato que quiero y entrevistarte es mera formalidad.” A Veces por política de compañía han de publicar vacantes y realizar algunas entrevistas. O hay algún otro candidato que les ha gustado mucho y ya tienen en mente pero ya habían concertado la entrevista contigo.
Así que ¡Ánimo! que no te hunda en absoluto, si alguna vez te dan como excusa el «estas sobrecualificado».
Fuente: Artículo en inglés de la web Aol Jobs.
