Automotivación. El impulso de uno mismo para conseguir las metas

La automotivación se compone de varios ingredientes:

  • tener un motivo para caminar hacia delante,
  • tener la voluntad de hacerlo y alcanzar la meta planteada,
  • ser consciente de que la 1ª persona que puede echarnos una mano para ello somos nosotros mismos.

¿Cuánto podemos necesitar esta motivación?

La necesitamos SIEMPRE, para cualquier acción que acontezca en tu vida. Desde levantarte por las mañanas hasta ir a hacer la compra. Siempre hay un motivo por el que hacemos algo, a veces consciente y otras inconsciente. La motivación se traduce en fuerza, aquella que nos damos nosotros mismos y que hace que nuestra existencia sea más vital, más energética, con un ritmo diferente.

Y es que cuando el día comenzó apagado y triste, cuando la pereza se queda con nosotros durante unos días improductivos, o cuando la vocecita interior te dice que “no puedes”, es cuando debemos plantarnos y utilizar la mente. La pregunta que debemos hacernos es ¿Cuál era la motivación que me había hecho empezar este camino? ¿Qué busco con todo esto? ¿Es bueno para mi? Y comienzas a recordar lo que te marcaste, en los obstáculos que dijiste que ibas a sortear y los miedos que ibas a vencer.

Cuando esto os ocurra, cuando os sintáis atorados, de mal café o sin ánimo, cerrad los ojos, siente el presente, tu cuerpo, tu respiración, y díte ¿Cuál era aquel motivo, qué quería sentir con ello? ¿Lo estoy haciendo?

Y saldrá, porque siempre sale, porque las ganas de hacer lo que nos hace felices, si eres honesto contigo mismo, al final aparecen.  “porque quería conseguir un trabajo acorde a mis valores”, “porque mi sueño es viajar a México” “para pasar más tiempo con mi familia”… etc.

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En nuestra sociedad el fracaso se ha visto siempre como una mancha negra en el expediente, como el que desiste y no lucha, como el que cae y no se levanta ¡qué poco pacientes somos! El éxito de cada uno llega cuando te has tenido que levantar y has tenido que quitarte el polvo del camino, colocarte la espada y el casco y dibujar una sonrisa llena de fuerza. Pero antes que eso sabemos que hay miles de pasos erróneos y tropezones, en donde la automotivación ha hecho su papel y hemos recordado siempre nuestro presente.La victoria viene cuando caen todas las lágrimas y quedan solo espacio para sonrisas y emociones positivas. Ahora que estamos dándonos unos a otros, en estos tiempos que corren que hay muchos que no entienden de humanidad, ahora es cuando nos tenemos que esforzar por brillar y vibrar de la mejor manera que sepamos. Somos lo que queramos ser, eso tenédlo por seguro.

Hay temporadas que nos cuesta más volver a ser nosotros, que no sabemos hacia donde tirar y

¿Qué podemos hacer cuando la motivación cae?:

  • Reconocerte a ti mismo en esa situación. Estoy desmotivado y voy a aaveriguar porqué.Déjate espacio para estar tranquilo y vacíate para comenzar desde cero tu motivación.
  • Hazte un repaso mental por todas aquellas situaciones en las que te pasa e identifica los puntos comunes.
  • Házte una lista con todas aquellas situaciones en las que echaste mano de recursos que tuviste o tienes para volver a recuperar la fuerza.
  • Copia a los demás. Pregunta y sé curioso.
  • Reaviva la chispa de tu objetivo. Dale más caminos y opciones.
  • Ponte en acción. Ve a por ello.
  • Plan de “re-energización”. Cosas divertidas, que te gusten que te relajen cuando vuelvas a sentirte gris.

Muévete para no olvidar que todo lo que necesitas para comenzar el camino eres tú mismo.

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